dilluns, 1 de juny del 2009

Vuelta de Krákow

Llegada a la calurosa Milano, des de la fría y lluviosa Polonia. Ah, Krákow, qué buen sabor de boca me has dejado. Quizás, después de Berlin, la segunda ciudad Europea con la que sueño, alguna vez, vivir una temporada. Llena de vida, de juventud, de cultura, de actividades, y sobre todo de bares, buena bebida y comida, a precios más que económicos. Si pudiera elegir un segundo erasmus, lo haría allí.

Ciudad-pueblo, con su centro peatonal, su plaza mayor, donde se encuentran la catedral, el mercado medieval y la torre. El barrio hebreo, con un aire un poco menos medieval y tour de sinagogas y pubs. El castillo, a lo alto del montecito, ofrece unas vistas a la ciudad, así como desde el globo aerostático des del cual, si no tienes vértigo, puedes reconocer todas las partes de Cracovia. Nova Huta, sede del comunismo, recorrida con un tour que te llevaba dentro de un Traban. Visitas alrededor: Auschwitz (qué contar, muy impactante) y las minas de sal (enormes, impactante en otro sentido).

A parte de todo esto, que ya se me está yendo de las manos... hoy he llegado a Milano, como iba diciendo, y he hecho los clasicos pasos para llegar a casa, sólo quedaba lo más difícil, subir al tram con una maleta gigante de 17 kilos con un brazo (el otro, tendinitis). He podido subir el primer peldaño pero el segundo ya no. La maleta me llegaba a la altura de los ojos. De repente he visto una mano que agarraba la maleta y la hacía entrar. Era un chico con su mano derecha bendada. Le he dado las gracias, y cuando me he percatado de lo de su mano, y el de lo de la mía, nos hemos puesto a reír.

En fin, que me gustan estas historietas que pasan en los transportes públicos. Una más que contar.

1 comentari:

Miguel ha dit...

Mi tio, el último hijo de mi abuelo, que tiene un año más que yo, estuvo viviendo en Polonia el año pasado y el anterior. Siempre me habla maravillas. Lo de las minas de sal creo que es sorprendente, como dato friki te diré que recuerdo haber visto en un documental que la razón de que existan estas minas es que durante el nacimiento de los continentes, cuando era Pangea, el territorio que ahora es Polonia era entonces un gran lago.
Austwitch, uno de los sitios que me quedaron sin ver durante el erasmus, pero al que espero ir algún día. Creo que sales acojonado.
El transporte público da para mucho, yo tengo unas cuantas anecdotas este año. Una cosa que me encanta es mirar a la peña e imaginarme sus historias personales.
Cuida ese brazo, saludos