diumenge, 24 de maig del 2009

Después de tanto tiempo...

Me daba hasta vergüenza volver a escribir, no me tiréis piedras, no me abucheéis, por favor, no he hecho nada malo. Si he dejado de escribir durante un tiempo significa que he aprovechado el tiempo y no me he quedado en casa ni un momento.

Han pasado muchas cosas, algunos sabréis más o menos lo que he ido haciendo, pero eso no importa, si no, ya os lo contaré cuando vuelva, cuando nos veamos, o quizás os enteráis antes que yo os lo pueda llegar a contar, nunca se sabe. El mundo Facebook elimina mucha conversación de nuestras vidas. Para qué os lo voy a contar si seguro que habéis visto todo el reportaje fotográfico de mi erasmus?

En fin, qué le vamos a hacer. Estamos a 2 meses para que acabe este cuento. Esta breve historia que dura 10 meses y ya han pasado 8 y volando. En Milano hace un calor que te deshaces, y no es broma. Lo que era frío extremo se ha convertido en todo lo contrario. Aquí ya es verano, señores. Y no es coña. Nunca había echado tanto de menos la playa, una parte geográfica de mi tierra que me falta tanto, y nunca hubiese dicho que me ocurriría algo así. Necesito agua donde refrescarme, arena donde tomar este dichoso sol que calienta la casa todas las horas del día. Todo ha sido repentino, sin avisar. La chaqueta de entretiempo? 2 días contados!

El otro día empecé a notar nostalgia de una Milano que quizás no era el sitio donde quería ir, quizás no es la ciudad de mis sueños, quizás es fea y la mayor parte del tiempo gris... pero subí al Duomo por primera vez, y era capaz de reconocer todos los puntos altos de la ciudad. Hojeé un libro de ilustraciones de la ciudad en una librería y me entró un escalofrío, estaba empezando a echar de menos algo que dejaré dentro de poco. Empiezo a echar la cuenta atrás, a saborear los últimos momentos, a contar con los dedos de las manos los fines de semana que me quedan para aprovechar al máximo.

Pienso en todos los rincones de Milán que me gustan, y no es tan fea. Además, con el sol todo toma distinto color. La gente ya no está tan triste. Hay más vida por la calle, toda la que nos permiten las leyes absurdas que se han inventado (comentarios a parte). Pienso en todos los sitios en los que he estado, en los que he repetido tantas veces, y se me quedarán gravados para siempre. Pienso en volver a Milano algún día y volver a repetir esos sitios, para revivir algo imposible. Pienso en toda la gente que he conocido, en todos los pisos en los que he estado, y que el año que viene estarán ocupados por otras personas, llenas de ganas, de inexperiencia, con la misma ilusión con la que yo pisé por primera vez estos lugares. Y la historia, el ciclo se volverá a repetir...