dissabte, 6 de juny del 2009

El perro (the dog)

Es una cosa que siempre he querido comentar. Y hoy, al volver a casa a las 7 de la mañana, he decidido que algun día lo haré.

Des del balconcito de la cocina, se ven los patios interiores de mi calle y las otras 2 adjuntas (es una manzana triangular). Enfrente hay un bloque de pisos amarillo, en un balcón del penúltimo piso, casi siempre hay un perro allí. A no ser que llueva, o nieva, el perro está allí, quieto, en su pequeño espacio. Cabizbajo, las orejas caídas, la cola entre las piernas. Un sentimiento de impotencia corre por mis venas cada vez que lo veo allí. Cuando tomo el café, siempre observo, preguntándome: "estará el perro ahora? y ahora?" La mayoría de veces está.

Me pregunto qué clase de gente, si es que se les puede llamar gente, tratan a un animal de esta forma. Quiénes son? Cómo son? Saben sus vecinos acerca del perro? Saben sus amigos que tiene un perro? Porque creo yo que teniéndolo escondido en casa es difícil que lo sepan. Aunque sea des de lejos, puedo observar su cara de tristeza. Parece que los animales no "hacen cara de" nada, pero en realidad se les nota su estado de ánimo.

Que qué es lo que haré? Quiero encontrar el portal de esa casa, presentarme allí y decirles: por favor, déjenme sacar a pasear su perro.

1 comentari:

Miguel ha dit...

guau guau guau guau, malditos humanos.
Pobre perro. Me acuerdo que yo tuve uno, de nombre León (que original), que era un espiritu libre. No había forma de dejarlo en la finca de la casa de mi abuela, siempre escapaba. El perro más listo que conocí, pura raza palleira. A veces íbamos por el paseo marítimo de vilagarcía hacia Carril, unos 3 km, y nos lo encontrábamos por allí paseando tan tranquilo a él solo. Es más, en la comunión de mi prima, estábamos en el restaurante tan tranquilos en el puerto de Carril, y allí apareció, que listo era.
Hay que hacer un plan para liberar a este y que el también se convierta en otro espíritu libre